Según Coleman (1998) El capital social se basa en una diversidad de entidades con dos elementos en común: todos consisten en algún aspecto de la estructura social y facilitan ciertas acciones de los actores dentro de la estructura.
Para que haya un capital social, debe tenerse tres valores fundamentales: La confianza, la cooperación y la asociatividad, en donde debe formarse lo siguiente:
- Crear y fortalecer instituciones
- Generar compromiso para lograr los objetivos
- Obtener los recursos necesarios para su desarrollo
- Formar redes sociales para incentivar a los ciudadanos
La situación actual en Venezuela ha provocado que la población tenga menor confianza a la hora de establecer relaciones interpersonales que permitirían abrir instituciones cooperativas además de la participación en conjunto con los ciudadanos con la finalidad de obtener un beneficio en común.
Por otra parte, nos encontramos en una sociedad donde hay poca participación ciudadana ante los problemas que nos afectan a todos debido a la falta de incentivos ya que expresan que sus quejas no son atendidas, donde aseguran que deben de ser resueltas por el Estado, sin embargo, el Estado debe de asegurarse es de poner las condiciones óptimas donde las personas sientan la seguridad de trabajar juntos a los entes responsables para resolver todos los problemas que nos aquejan.
Hoy en día contamos con más herramientas que, con el uso adecuado podría servir para incentivar a la población en general a unirse a diversas actividades para el beneficio de todos, una de esas herramientas son las redes sociales, las cuales han sido utilizadas para cosas que no generan un bien social; claro está que no es en todos los casos ya que a través de ellas podemos enterarnos de noticias destacadas y es un medio excelente para el estudio y la comunicación, pero, en esta ocasión me refiero, pues, a motivar y a hacer un llamado a la cooperación de actividades que nos benefician como una extensa humanidad con necesidad de una mejor calidad de vida.
Cómo ciudadanos de un país tenemos una extensa e importante obligación, la de velar por nuestros derechos y cumplir con nuestros deberes, no dejar a otros esta tarea tan importante pero si invitarlos a cumplir como humanos que comparten junto a nosotros los deseos de mejorar; debemos animarnos a participar en lo que directa o indirectamente nos beneficiará cómo población, en la búsqueda de que nuestro país se desarrolle como sociedad y también económicamente hablando.
Rosa Figueira
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