La cultura hace referencia
al cultivo del espíritu humano y de las facultades intelectuales del hombre. Es
por eso que toda sociedad se puede determinar por su nivel de cultura. Venezuela
es una nación rica en tradiciones
culturales extranjeras que se adoptaron en tiempos de colonización, y en
tiempos donde nuestro país vivió su boom económico y le abrió las puertas a
muchos extranjeros.
“Para comprender nuestra
cultura pública hay dos aspectos que deben tenerse en cuenta: las prácticas
habituales y los discursos predominantes. Lo primero se refiere a cómo actúan
las personas de hecho en las situaciones comunes; lo segundo a lo que las mismas
personas dicen que se debe hacer en esas situaciones. Cabría pensar que ambos
aspectos coincidirán aproximadamente: salvo imperfecciones propias de lo humano,
podríamos esperar que las personas actúen como creen que se debe actuar”.
Hablar de cultura, es hablar de libertad y de desarrollo
humano porque cumple un factor fundamental para vivir una vida donde podamos
elegir nuestra identidad propia. Los países constituidos netamente democráticos
les brindan a sus ciudadanos una educación cultural para que puedan
fomentar el desarrollo social y permita concientizar
a las nuevas generaciones para construir
una mejor sociedad.
“Producir un cierto
cambio cultural es entonces un asunto de educar hasta que la mayoría considere
deseable ese cambio, y simultáneamente crear
las instituciones que lo hagan posible y beneficioso para quienes lo asuman. Si
esas instituciones funcionan bien, ello llevará a más personas a ver deseable
ajustarse a ellas, tendrá pues un efecto educativo que a su vez reforzará las
instituciones, en un círculo virtuoso”.
En Venezuela suele suceder lo contrario debido a la
existencia de un fenómeno llamado asistencialismo que rompe la barrera de la
democracia y la libertad del ciudadano, por sus políticas sociales que son
utilizadas por populistas y dictadores. Ellos le despojan de las facultades
intelectuales que posee cada hombre convirtiéndolos
en un ser común y corriente. Sin derecho al desarrollo pleno y libre.
“La persona humana es el
sujeto central del desarrollo y debe ser el participante activo y el beneficiario
del derecho al desarrollo”.
El comportamiento negativo en las instituciones tanto en Venezuela como
en el mundo tiene un peso muy importante en la cultura. Porque son los ojos de
la sociedad, Si realizan acciones negativas perjudicara directamente el
comportamiento de la cultura social, incentivando
al ciudadano a saltarse las reglas, Lo que
ocasiona la destrucción al desarrollo social.
“la mayoría de las personas
tienen claro que deben respetarse rigurosamente los semáforos, pero se los saltan
siempre que pueden, y así en muchos otros casos”
Por esa razón, nuestro rescate debe ser de la mano de las
instituciones que cumpla su trabajo de cuidar, promover y incentivar la cultura para mejorar la calidad de vida de todos.
Jose Yzquiel
ESpero las otras entradas del Módulo 2, el Resumen del Módulo 3 y las intervenciones en el Foro del aula Virtual.
ResponderEliminarBuen trabajo